El normalismo en México un proceso educativo necesario. entendido como un proceso institucionalizado de formación para la docencia y por tanto, con un conjunto de valores que enmarcan una visión y una misión comprometida con el desarrollo social y educativo de todos los mexicanos, puedo señalar que el mismo se encuentra en una encrucijada de avalar, en
un México empobrecido, un proyecto de nación en la visión neoliberal y globalizadora o
un proyecto de nación anclado en el nacionalismo y la justicia social, valores supremos
en la visión cultural en que se construye el Normalismo.
Con nuevos gobiernos con posiciones ideológicas conservadoras y globalizadoras, el
Normalismo y su visión de nación se convierte en obstáculo para el proyecto neoliberal.
En otras palabras, la fuerte identidad que se fue construyendo entre el magisterio
normalista y el estado Mexicano tejido a través de un hilo de nacionalismo muy
profundo e intenso, se comienza a romper en medio de la tensión que se manifiesta entre
diferentes proyectos de nación. El magisterio normalista deja de ser considerado
profesión de estado para forzar su entrada en la competencia del mercado.
En este sentido, asumo que el Normalismo debe cambiar, actualizarse, renovarse, pero
antes debe decidir para dónde y con qué propósitos debe hacerlo. Así es, está en una
encrucijada que interpreto como la circunstancia donde puede elegir, entre dos caminos:
uno, el de la “armonía” con el modelo económico, donde tendrá que renunciar a su
esencia y capacitar a los docentes competentes para enseñar a las nuevas
generaciones que la competitividad es el fin último de la „educación‟.
Mi experiencia docente
aunque mi experiencia como docente es corta, mi trayectoria ha estado llena de desafíos que me han exigido la mejora continua en mi profesionalización, y este curso es un reto más que he decidido afrontar con la expectativa de que sea enriquecedor para todos aquellos que tenemos el interés y la motivación por ser un mejor docente.
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